Nuestra historia

El 1 de marzo de 1971, con muchos sueños y esperanzas, con grandes temores y muchos riesgos, Rosa Gonzalez decide, junto a su marido Adolfo Quirós, empleado del Ferrocarril y a sus hijos formados en la docencia, abrir una salita en su casa para la atención de tantos pequeños que deambulaban por el barrio. Así, toda la familia tomó cartas en el asunto y comenzaron a llevar adelante este proyecto educativo y familiar, con tanto amor, dando comienzo así al Jardín de Infantes Nenelandya.

Con el tiempo fue necesario ir incorporando y formando personal de acuerdo a nuestra manera de entender la educación y a nuestra manera de vincularnos con los niños y sus familias. También hemos logrado el reconocimiento de las autoridades educativas y de los padres que nos apoyan desde aquellos tiempos.

Así fue que el patio de la “Abuela” (Rosa Gonzalez) se pobló de chicos y chicas con ganas de crecer y tener mas espacio. El lugar que habían dejado Rosa y Adolfo en la casa no alcanzaba, por lo que debieron mudarse y dejar que el jardín creciera en toda su propiedad.

A veintidós años de su creación y a raíz de los reiterados pedidos de muchos papás del jardín, que deseaban que éste creciera y se creara un colegio que funcionara igual que el jardín, con doble escolaridad, con el amor de siempre, comenzó a gestarse la idea de la escuela primaria.

Fue entonces cuando volcamos lo aprendido y vivido hacia nuestra querida escuela primaria “Rubén Darío”.

La Escuela se inicia en el año 1993, con primer grado, habiendo incorporado la propiedad de la calle Bolivia. Su crecimiento fue paulatino, completándose los nueve años de EGB en 2001, tras años de esfuerzo y perseverancia.

Nuevamente, la demanda de las familias, sumado a la iniciativa e ímpetu de nuestros fundadores de crecer y dar respuestas a las necesidades, dieron el puntapié para dar el paso que nos faltaba, la escuela secundario.

Es por esto que a partir del año 2008 comienza a funcionar, incorporando el edificio de la Calle América, el nivel secundario, finalizando así la etapa obligatoria de nuestro sistema educativo.

Ya la piecita de la casa de Rosa Gonzalez no existe. En su lugar podemos encontrar amplias salas, aulas escolares, aulas digitales, comedores, laboratorios, salón de usos múltiples, patios, parques, etc. Lo que sí se mantuvo de aquella piecita donde Rosa brindó su cálida sonrisa y sus hijos su fuerza y entusiasmo, es el amor que día a día brindamos a cada uno de los niños, niñas y adolescentes que sus padres nos confían.

Nuestra Misión

Ofrecer a las familias de nuestra ciudad un Espacio Educativo de calidad, con un clima de confianza y familiaridad, para la educación de sus hijos/as desde el año de vida hasta la finalización del nivel secundario, disponiendo de una organización que facilite los tiempos laborales de las familias de hoy.

Brindar una educación con altos rendimientos académicos, sin dejar de tener en cuenta el desarrollo de las subjetividades y la socialización, buscando el desarrollo máximo del potencial en cada uno de los estudiantes, como así también aprender a relacionarse con otros y con las normas, en un marco de democracia.

Generar una propuesta pedagógica que permita desarrollar sujetos autónomos, independientes, con las habilidades y competencias para insertarse en el mundo laboral y en los estudios superiores, como así también en las actuales sociedades cambiantes, con las herramientas y la reflexión crítica para su transformación.

Nuestra Imagen Objetivo

  • Somos una escuela que acompaña en su educación integral a niños y niñas desde edad temprana (1 año), en el ciclo maternal, transcurriendo el nivel inicial y primario, hasta el último año de la Escuela Secundaria. Nuestros estudiantes recorren su trayectoria escolar con articulación entre los niveles y continuidad en las propuestas.
  • Somos una escuela que dispone de una organización que busca facilitar las dinámicas familiares respondiendo a sus actuales configuraciones.
  • Somos una escuela que educa en un clima de contención, afecto, confianza y responsabilidad, caracterizándose por la atención personalizada y el reconocimiento mutuo, entendiendo que detrás de cada ser humano (estudiantes, progenitores, familiares, personal docente y no docente) hay una historia vivida, por vivir, digna de respeto y admiración.
  • Somos una escuela que además de educar con altos rendimientos académicos, promueve el desarrollo de las competencias necesarias para involucrarse tanto en el mundo laboral como en los estudios superiores, procurando la apropiación de las herramientas necesarias para que sean agentes críticos de transformación de la sociedad.
  • Somos una escuela que trabaja en la conformación de nuevas subjetividades, educando para y en la diversidad, en clave de pensamiento crítico y reflexión constante. También en la socialización, aprendiendo a relacionarse con sus semejantes y con las normas, brindando espacios democráticos de debate, participación y responsabilidad.
  • Somos una escuela donde el arte, el deporte, la cultura y el conocimiento de una segunda lengua ocupan un lugar importante en el proceso educativo y brinda herramientas para apreciar y valorar más el mundo que nos rodea.