La somnolencia educativa.

Si, como en esas series de Ciencia Ficción, pudiéramos hacer que un ciudadano de cualquier ciudad occidental, de alrededor de 1800, viaje al presente, seguramente no comprendería muchísimas cosas que nos pasan hoy. Tampoco se encontraría cómodo caminando por las calles de una gran ciudad, o ingresando a cualquier edificio urbano. Sí, seguramente se sentiría cómodo, y vería similitudes con su época, si ingresa a cualquier institución educativa. Las aulas organizadas con pupitres, la tiza y el pizarrón, el timbre y los recreos, los cuadernos, lápices, momentos de formación, el silencio, la concentración y la atención como acciones necesarias para el aprendizaje, la organización en áreas y disciplinas, los actos escolares, las calificaciones y promociones, y muchos dispositivos y estructuras escolares no se transformaron al mismo ritmo que se transformaron las sociedades y la cultura. Esas son algunas huellas, herencias de la Escuela Moderna en la actualidad. Que a nuestro personaje de Ciencia Ficción, lo tranquilizarían, y allí podría sentarse a pensar cuántas cosas han cambiado y cuántas aún no. Podemos decir entonces que los sistemas educativos, han transitado, en general, una somnolencia los últimos doscientos años. Ese quizás sea uno de los problemas actuales de nuestros sistemas educativos: querer resolver los problemas actuales que afronta la educación actual con tecnología escolar, instrumentos y dispositivos de hace cincuenta, cien y hasta mas de doscientos años.

Una de las cuestiones que interpelan fuertemente a la educación es la incorporación de las Nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación en los espacios formales de transmisión de conocimientos, de una generación adulta a otra menor.

Es imposible negar que todo, absolutamente todo hoy esta mediado, atravesado por las TIC. Incluso, no podemos esperar menos de una generación que se los reconoce como nativos digitales, que desde sus primeros pasos interactúan con herramientas tecnológicas. Esto ha llevado a una realidad histórica, que no se puede encontrar a lo largo de la intensa historia de la humanidad. Es la primera vez que una generación sabe mas en algo que su generación antecesora, de inmigrantes digitales.

Y nosotros, adultos, queremos sostener en el tiempo este espacio valiosísimo e indispensable que es la escuela. Pero es urgente la necesidad de despertar. De animarnos a transitar un tiempo de alfabetización digital, y abrir las puertas a que los nativos digitales sean los que, acompañados y protegidos por el adulto, nos despierten y juntos hagamos uso de las herramientas tecnológicas, para que los aprendizajes que deseamos transmitir en la institución educativa sean mas significativos a estas nueva generación de nativos digitales.

Nuestra propuesta de trabajo en el Complejo Educativo.

Nuestro proyecto de implementación de las TIC en el Complejo Educativo abarca distintas áreas de aplicación:

  • Como medio pedagógico, incluyéndolas como herramientas que enriquecen la propuesta de enseñanza y produciendo aprendizajes mas significativos.
  • Como medio de información y comunicación entre los diferentes ámbitos de la Comunidad Educativa.
  • Como medio de gestión.

Las TIC como herramientas para la construcción de Prácticas Pedagógicas Significativas.

Un breve repaso histórico(1)

Las computadoras hicieron sus primeras y tímidas apariciones en la escuela a mediados de los años 80, de la mano de docentes innovadores en el marco de políticas institucionales indiferentes, permisivas o alentadoras. En cuanto al lugar de las computadoras, se impuso mayoritariamente el modelo de gabinete, laboratorio o aula de computación, física y simbólicamente aislada del resto de la escuela. Aunque este modelo coexistió siempre con una utilización que intentó (y muchas veces lo logró) incorporar a los docentes al uso de las TIC y los contenidos curriculares en el centro de la actividad con las computadoras. Luego de algunas experiencias, especialmente con la introducción del Lenguaje Logo, logró un corto protagonismo la idea de que sea el docente de clase el que utilizara las computadoras con sus alumnos para apoyar la actividad y los objetivos generales de la escuela. Varios factores se conjugaron para que esa idea fuera reemplazada por una práctica generalizada en la que las computadoras se utilizan casi exclusivamente para «enseñar computación», reduciendo esta enseñanza a la de un paquete de aplicaciones ofimáticas desarrolladas por la industria especializada.

El desarrollo explosivo de Internet en los últimos años comienza a influir en el discurso del «deber ser» del uso de las TIC en educación, aunque con una existencia aún débil. Hasta el momento, las computadoras no han producido ninguna revolución en la educación. El modelo de Gabinete, contribuyó a un resultado de bajo impacto: la escasa carga horaria disponible (entre una y dos horas semanales) no favoreció el desarrollo de trabajo sobre proyectos complejos, pese a la voluntad de muchos docentes y directivos.

Un paso hacia adelante.

¿Entonces, es necesario incorporar las TIC a las aulas? ¿cómo? De qué manera?, son preguntas que como vimos, se vienen dando en el ámbito educativo desde hace mucho tiempo. Actualmente existe un consenso generalizado de dar respuestas positivas a estos interrogantes. El desafío es animarse y empezar a caminar, para andar y desandar nuevos y viejos recorridos.

En primer lugar, las TIC en la escuela tienen su razón de ser porque ellas tienen una importante presencia en el mundo extraescolar. Nuestros alumnos, hijos de la democracia tecnológica, nativos digitales, acceden fácilmente a estos instrumentos, e incluso a la amplia información y a los recursos que este nuevo mundo tiene para ofrecer. Entonces, si la función mas general de la escuela es la de formar niños y adolescentes para vivir en ese mundo cruzado por redes, inundado de chips, teclados, botoneras; cómo ofrecerles solo una hora semanal al uso de las nuevas tecnologías y el resto del tiempo utilizar tecnologías de la modernidad (tiza, pizarrón, libros de texto, etc.). El equilibro en la balanza, claramente se inclina a las tecnologías mas tradicionales, en detrimento de las actuales.

En relación con lo anterior, si la escuela prepara para el mundo actual, inmerso en una red tecnológica que nos atrapa, debe pensar sus prácticas incorporando las nuevas tecnologías, para facilitar el mismo acceso a la información y las mismas herramientas que los alumnos utilizan, y con enorme conocimiento (en la mayoría de los casos conocimiento mayor que el de sus docentes) en el espacio escolar. Lo que no debe dejar de aportar la escuela, es el conocimiento de los contenidos específicos a desarrollar en cada área, las TIC deben entenderse como recursos tecnológicos para facilitar dicho acceso en las generaciones de nativos digitales. Pero siempre entender que el docente es quien presenta, prepara, coordina o media entre el conocimiento a enseñar y el alumno y sus conocimientos previos.

Las TIC como medio y no como fin.

De la última oración del párrafo anterior, deriva el título de este apartado. No por presentarles a los alumnos una netbook o una Tablet, una pizarra digital interactiva o hacer uso de las redes sociales para compartir determinado contenido, ya damos por cumplido la incorporación de las TIC y por ello terminada la propuesta de enseñanza. No es el fin de la propuesta incluirlas. Por el contrario, el fin es y deberá seguir siendo, la apropiación de conocimientos socialmente válidos por las nuevas generaciones. Las Tic aportan herramientas para facilitar el acceso, aprovechando las múltiples herramientas que presentan y el reconocimiento y validación que le otorgan los niños y jóvenes de hoy. Por ello creemos que, a partir de propuestas pedagógicas problematizadoras, generadoras de conflictos en las estructuras cognitivas de los alumnos, incorporando las Tic facilitamos las apropiación de aprendizajes significativos y relevantes en nuestros alumnos.

En qué lugar entonces.

Cuando las computadoras o cualquier elemento tecnológico se ubican en el Gabinete es difícil que se usen «demasiado». Incluso más difícil es que las nuevas tecnologías atraviesen todos los espacios pedagógicos institucionales.

Tener que esperar dos días para tener la hora de informática en el gabinete, puede atrasar un proceso pedagógico, hasta incluso descartar su uso para evitar dicho problema. La tiza y el pizarrón o la fotocopia, estarán mucho más al alcance. Aunque de esta manera no favorezca la significatividad del aprendizaje. Distinto es si las nuevas tecnologías estan dispuestas para cualquier momento que sean requeridas por el docente y los alumnos para buscar información, visitar un sitio web, interactuar mediante webcam con un especialista, atender a la diversidad mediante distintas propuestas, o cualquier medio facilitador del aprendizaje, enriquecedor de la propuesta de enseñanza. Es decir, utilizarlas para lo que son necesarias, sirven y mejoran lo que se puede obtener con otros recursos, o no se puede obtener con ningún otro medio. No pensamos de esta manera descartar el espacio semanal de informática, sino, por el contrario, destinarlo como un espacio exclusivo al conocimiento necesario e indispensable para el máximo provecho de las TIC´s, como así también espacio de reflexión de los cuidados y prevenciones que debemos tener en cuenta en su uso.

Implementación de las nuevas tecnologías por nivel


Bibliografía.
Diseño curricular para la escuela primaria: segundo ciclo de la escuela primaria: educación general básica / dirigido por Silvia Mendoza. – 1a. ed. – Buenos Aires: GCBA. Secretaría de Educación. Dirección General de Planeamiento, Dirección de Currícula, 2004. Revista Novedades Educativas. Número 236 y 242

(1) Basado en «Aulas informatizadas» (Espiro, G. Asinten, J. C. Asinten) 2010 – Novedades Educativas.